Descubriendo delfines o quizá no...



Así, sin pensarlo, de primeras: ¿cómo veis vosotros a los delfines? Mi opinión era inteligencia, belleza, elegancia ..., pero todo eso cambió tras ver Buscando a Nemo.


Esa reunión en la que veían a los delfines como unos animales ways y estupendos me hizo pensar y analizar a mi entorno, ¿cuántos de los que lo componen son así, cuántos hay infiltrados entre nosotros? Se ven estupendos, maravillosos, caen bien  y lo saben pero... ¿es solo envidia?


Le he dado mil vueltas y sin darme cuenta, llegó a mis manos el término de la bondad de la preocupación; pensé que significaba la importancia de enseñar al resto cuánto nos preocupábamos por los demás, la empatía.... ¡pero no! Se trata de preocuparse todo el día, y todos los días por todos y todo. Ese todo que nos engulle y no nos damos cuenta hasta que nos dicen... no confundas a quien te regala su tiempo con el que te da solo el que le sobra. ¿Alguna vez hemos pensado cuánto tiempo regalamos a los demás y la calidad del mismo? Muchos pensarán que el tiempo no deja de ser lo que es: tiempo, pero... ¿acaso es igual programar tus días en función de los planes que hayas hecho con alguien o por el contrio estar con esa persona porque no puedes hacer otra cosa? A mí por lo menos me dio qué pensar.; tanto en cuanto lo que hacía yo como los demás conmigo. Muchas veces el compromiso —social o no— te empuja a esos encuentros; otras el qué dirán por suponer que algo es políticamente correcto y así se verá; en muchas solo supone tener un favor pendiente para cuando se necesite..., y así con todo lo que se nos pueda ocurrir.

 Este mes y medio largo en el hospital, obviamente el tiempo sobra, y para alguien como yo, darle vueltas a  estos pensamientos es el pan nuestro de cada día. No me sorprendió cómo respondió mi entorno, no hubo apenas sorpresas desagradables —creo que solo una—, otras sabía sin duda que era por quedar bien y muchas más porque así lo sentían y ya de paso quedar bien. Durante este tiempo no es que hubiera momentos duros, es que hubo momentos de soledad profunda que te devora a pesar de estar en muchos n¡momentos rodeada de gente... ¿no es esa la peor soledad? Y es en esos momentos —queriendo o no— cuando los delfines aparecen, se estilizan y vuelves a verlos la única rama de la que agarrarse aunque eso te haga olvidar a los pequeños y grises peces que forman parte del plancton, los que siempre están, los que mojan bajo la lluvia a tu lado si tienes que pasar por ella.

Quizá la critica o envidia —que aún no me quedó claro— no sea hacía los delfines sino que todo se haya convertido en un apoyo incondicional a ese plancton que siempre está y lo observa todo desde una posición difícil pero tan necesaria que es una suerte que estén en nuestras vidas.
Quizá no veamos a los delfines pero... ¿vemos al plancton? Desde aquí todo mi apoyo a ellos, estén en la sombra o no.



11 comentarios:

  1. Las estancias hospitalarias son muy mal gestionadas por el entorno que se centra en lo inmediato, recien ingresado con el problema en caliente y olvido total en la convalecencia. En el año 92 me quitaron la vesícula y aquello fue un verdadero desastre con 8 personas rodeándome al despertar de la anestesia y 2 visitas el resto de los 15 días de ingreso. Hace 3 años al operarme de un hemangioma craneal di instrucciones a mi entorno próximo de no decir ni pio de la operación y solo recibí visitas en los 13 días de convalecencia de los tres gatos a los que informé del tema.

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    1. El qué dirán, quedar bien... postureo omo se llama ahora; en fin, los años ayudan y el saber decir aquí estoy yo acaba llegando sin importar quién se lleva por medio ;)

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    2. Yo por eso soy muy clara y no permito visitas en mis ingresos si no me encuentro bien para estar con gente, porque se olvidan del enfermo y al final la habitación parece un gallinero. Después cuando realmente las necesitas, solo están los que de verdad se preocupan por ti.

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  2. Quizás, es esa soledad cuando realmente puedes ver, o mejor, distinguir quién es cada quién.
    Te entiendo, lo he vivido y lo vivo, y al final, acabas distinguiendo al delfín del pececillo.
    Besos, y cuídate mucho.

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    1. Las ideas preconcebidas de la infancia; como dice el anuncio esos cuentos de pincesas tontas que tanto tiempo tardamos en ver así.
      Muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuak

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  3. Si con estas situaciones aprendes quién está y quien no. Y no es malo, mejor buena calidad que mucha cantidad! Un abrazo

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    1. Desde luego, lo bueno es parender quíen es delfín antes de que se den esas situaciones ;)
      mil gracias!!

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  4. Buscando a Nemo es una película genial en muchos aspectos.
    Las enfermedades han reubicado a todo el mundo y te llevas muchas decepciones. Quizá no es q no fueran amistades verdaderas, quizá no saben qué decir o hacer no lo sé. El caso es que duele y duele mucho. Pero también encuentras gente maravillosa en este nuevo camino que te da el apoyo que necesitas.
    Este fin de semana he tenido una de esas en las que me he plantado por lo que considero ya una falta de respeto y consideración. Somos enfermos pero no dejamos de ser personas con sentimientos.

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    1. Yo a veces pienso que me he vuelto muy selectiva a raíz de todas las experiencias que he tenido con mi entorno desde que enfermé, y creo que es una de las mejores cosas que me ha pasado porque no permito tener lo que yo llamo morralla en mi vida.

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  5. Tiene un doble —o triple— fondo maravilloso, de ese que solo entiendes con una enfermedad de por medio. Muchos no saben cómo dirigirse a nosotros cuando somos los mísmos o con mmás visión después de lo vivido... en fin, poco a poco intentas crear un filtro, pero a veces lo pasan...

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  6. Me quedo con tu frase 'hubo momentos de soledad profunda que te devora a pesar de estar en muchos n¡momentos rodeada de gente... ¿no es esa la peor soledad?'

    Tienes toda la razón. Es muy triste sentirse solo cuando se está rodeado de gente, y es por eso que prefiero poquitos amigos pero de verdad. De esos que si les pides que te peinen para verte mejor se plantan en el hospital con lo que haga falta con tal de sacarte una sonrisa. Apostemos por esas amistades y dejemos al resto en el apartado de la morralla!

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